Heredera de la Escuela Industrial de Sevilla, de la Escuela Superior de Artes e Industrias, del Real Colegio Hispalense de Formación Profesional, de la Escuela Elemental y Superior de Trabajo, de la Escuela de Peritos Industriales, de la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial, de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial y de la Escuela Universitaria Politécnica, es un centro clásico en la historia de la formación de ingenieros e ingenieros especialistas de la rama industrial en España y, en muchos periodos de su historia, ejemplo y modelo de formación. Siempre ha tenido, y tiene, la misión y la firme vocación de formar a los mejores técnicos e ingenieros, al máximo nivel académico universitario, con el fin de contribuir decisivamente al desarrollo industrial de Andalucía y a su futuro. Ha sido pionera en Sevilla en la formación de ingenieros, peritos industriales, aparejadores, diplomados en informática, ingenieros técnicos industriales e ingenieros especialistas.
La Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla tiene sus raíces académicas originarias en el Real Decreto de la Reina Isabel II, de 1850, que dio origen al nacimiento de la Escuela Industrial de Sevilla, de Barcelona, de Vergara, y del Real Instituto Industrial de Madrid. En el Real Decreto se reguló por primera vez en España la enseñanza industrial. La Escuela Industrial de Sevilla se instauró para impartir Enseñanzas Industriales Elementales y de Ampliación, estando a cargo del Rector de la Universidad de Sevilla D. Joaquín Pérez-Seoane y Rivero.
Las enseñanzas comenzaron en el curso 1851-52 en los locales de la Universidad que estaba instalada en el edificio de la Casa Profesa de los Jesuitas, calle de la Compañía, hoy Laraña. Posteriormente, se estableció provisionalmente en un edificio de la calle Boteros (cerca de la Plaza de Alfalfa) en dónde se comenzaron a impartir las enseñanzas con varios catedráticos en propiedad, un personal docente interino procedente de distintas Facultades, de la Escuela Náutica y de Institutos, y siendo su primer director el matemático D. Agustín Monreal García.
En 1854 se gestionó el traslado a un edificio propio y acorde a las necesidades de la Escuela Industrial: a los locales del antiguo Convento de San Pedro de Alcántara, sede hoy del Instituto de Enseñanza Secundaria San Isidoro. En ella, se podrían los obtener los títulos de Ingeniero Mecánico y de Ingeniero Químico de Primera y Segunda Clase. Los que obtuvieran ambos títulos se denominarían Ingenieros Industriales de Primera y Segunda Clase. En 1858, se instituyeron los títulos de Perito Mecánico y Perito Químico.
Desde el año 1869, y hasta 1900, no existió enseñanza industrial en la provincia de Sevilla. Fueron cerradas, salvo la Escuela Industrial de Barcelona, todas las Escuelas Industriales de España, incluido el Real Instituto Industrial de Madrid. Se debió al fracaso del proyecto estatal de industrialización del país.
En 1904 se concedió, por Real Decreto, la apertura de la Escuela Superior de Artes e Industrias y Bellas Artes, donde se podían cursar las enseñanzas correspondientes a las de Peritos Mecánicos, Químicos, Electricistas, y Aparejadores. La Escuela Superior de Artes e Industrias y Bellas Artes ocupó una parte del edificio del actual Museo de Bellas Artes de Sevilla. En 1914 se constituiría, en la Escuela Superior de Industrias, la Asociación de Peritos Industriales (Mecánicos, Electricistas, Químicos y Aparejadores), que pasaría a llamarse Agrupación de Peritos de Andalucía y Badajoz.
La celebración, en 1929, de la Exposición Iberoamericana en Sevilla provocó la instalación, en dicha Exposición, de una Escuela modelo donde pudieran exhibirse las enseñanzas industriales en todos sus grados. La Escuela Industrial de Sevilla, pasó a formar parte del Real Colegio Hispalense de Formación Profesional. Sus instalaciones y laboratorios de Física y Química General, Análisis Químicos especiales, Ensayos especiales industriales, Ensayos de materiales, y Ensayos Eléctricos y de Máquinas constituían uno de los modelos más avanzados en enseñanza de la época y “era el exponente del progreso técnico de España”. La Escuela fue visitada por el rey Alfonso XIII donando una serie de mobiliarios y máquinas de las que aún se conservan algunas. Ocupó todos los espacios de la Plaza de España comprendidos entre el Pabellón del Ala Norte y la Puerta de Aragón.
La Guerra Civil de 1936 provocó que, en la Plaza de España, se ubicaran todas las dependencias administrativas oficiales del Gobierno Civil Provincial. En consecuencia, en 1948, se realiza el traslado a un edificio -obra del arquitecto Antonio Illanes- situado en el barrio de Los Remedios. Inaugurada por el Dictador Francisco Franco, jefe del Estado, la nueva Escuela de Peritos Industriales y Elemental de Trabajo de Sevilla fue catalogada como una de las mejores de España. En el periodo de la postguerra civil e inicio del desarrollismo económico, las enseñanzas industriales de carácter especialista tuvieron un enorme auge, crecimiento e importancia industrial.
Ley General de Educación de 1970 supuso la inclusión en la universidad de saberes “aplicados”, hasta entonces legalmente extrauniversitarios, como eran los relacionados con la ingeniería y la arquitectura. Así surgió la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial integrada en la Universidad de Sevilla.
En junio de 1985, a propuesta del Rectorado de la Universidad de Sevilla, se establecieron estudios de especialidad en Informática con lo que la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Industriales de la Universidad de Sevilla se transformó en la Escuela Universitaria Politécnica y se le autorizó organizar las enseñanzas conducentes a la obtención de los títulos de Ingeniero Técnico Industrial y los títulos de Diplomado en Informática de Gestión y Diplomado en Informática de Sistemas Físicos. En esta época, fue reconocida la Escuela por sus gestiones e implicación en la aprobación de la Ley de Atribuciones de los Ingenieros Técnicos Industriales en el año 1986.
En el año 2001 se iniciaron los estudios de Ingeniería Técnica en Diseño Industrial y, hasta la actualidad, la Escuela Universitaria Politécnica ha evolucionado -con estudios de Grado en Ingeniería, Dobles Grados en Ingeniería, estudios de Máster Universitario y Doctorado Industrial- a ser Escuela Politécnica Superior.
Durante parte de la segunda mitad del siglo XIX y más de la mitad del siglo XX fue el único centro de referencia para el aprendizaje profesional técnico-industrial y para la formación de ingenieros y técnicos industriales en Sevilla, teniendo una influencia muy importante en el desarrollo industrial de Andalucía. Sus aulas, laboratorios y talleres, en las diferentes sedes en las que ha estado ubicada, han cobijado y presenciado el estudio de más de 40.000 alumnos aspirantes a ser peritos industriales o ingenieros especialistas en la rama industrial, la vocación y la labor formativa de más de 700 profesores, y la dedicación de más de un centenar de miembros del personal de administración y servicios. Por ella han pasado numerosos alumnos cuyos nombres se han tornado insignes en la vida empresarial, industrial, científica e incluso política. Sus titulados, de considerable prestigio profesional forjado durante los duros años de la industrialización, han contado, a través de su dilatada historia, de la enseñanza de profesionales de excelente prestigio académico.